- Jerry Goldsmith: 10 de febrero de 1929 (Pasadena, California) - 21 de julio de 2004 (Beverly Hills, California).
- Franklin J. Schaffner: 30 de mayo de 1920 (Tokio) - 2 de julio de 1989 (Santa Mónica, California).
Orquestadores habituales: Arthur Morton y Alexander Courage.
Jerry Goldsmith y Franklin J. Schaffner, o lo que es lo mismo, 24 años de enriquecedora asociación entre dos grandes creadores, desde 1963 con The stripper hasta 1987 con Lionheart. Entre medias, algunas de las películas y algunos de los scores más memorables de la historia del cine, como El planeta de los simios, Patton o Papillon. Todo empezó en el mencionado 1963 con el melodrama romántico protagonizado por la pareja Joanne Woodward y Paul Newman The stripper (Rosas perdidas). Era el segundo largometraje para la gran pantalla del director norteamericano (curiosamente nacido en Tokio), aunque Goldsmith en aquellos inicios de la década ya contaba con una incipiente carrera pese a su juventud con filmes destacables como Freud, Los valientes andan solos o Camino de la jungla. Para The stripper compuso un score muy típico en los 60, a base de temas dominados por un descriptivo aire jazzístico y por otros de marcado carácter incidental, que adelantaban un estilo entre académico e innovador que marcaría toda su obra posterior.

En 1970 Schaffner se embarcó en una de las producciones más ambiciosas del año, Patton, y su titánico esfuerzo se vio recompensado en la ceremonia de los Oscar del año siguiente con siete estatuillas. En cuanto al score, Goldsmith no huyó de lo evidente (como sí lo hizo en su colaboración anterior), adentrándose en el terreno marcial a través de una marcha enfática que define la fuerte personalidad del personaje principal, el general George S. Patton. A partir de dicha melodía profundiza en lo ambiental, pero casi siempre partiendo de lo castrense, en un intento de remarcar la épica del conjunto.
Tras el paréntesis que supuso Nicolás y Alejandra (1971), para la que Schaffner contó con el prestigioso músico británico Richard Rodney Bennett, Papillon (1973) les reunió por cuarta vez en diez años. El filme narra la verdadera odisea personal de Henri Charrière, quien, sentenciado a cadena perpetua en una prisión de la Guayana Francesa a principios de los años 30, vive un sinfín de adversidades hasta su fuga final. La partitura de Goldsmith recrea sus orígenes franceses en el célebre 'Theme from Papillon', pero lo tradicional da paso con posterioridad a toda una sucesión de sugestivos y apasionados temas cuyo radiante sinfonismo nunca decae. Así, cortes como 'Freedom', 'Cruel sea' o 'Gift from the sea' hacen gala de un sobrio intimismo no exento del más puro dramatismo, pues, en realidad, lo que Goldsmith pretende es plasmar una realidad cruel pero sin olvidar la fuerza de la esperanza.
1977 fue un año muy emotivo para Jerry Goldsmith, pues en él recibió su único Oscar, por La profecía, además de firmar la que consideraría personalmente como una de sus obras predilectas: Islands in the stream (La isla del adiós). También opinaba que era el mejor largometraje de Schaffner, y todo ello quizás por su pasión por la novela original de Ernest Hemingway, que relata la historia de un escultor aislado en una apartada isla que recibe la visita de sus tres hijos, justo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. La isla del adiós es un trabajo de estilo sencillo y totalmente alejado de cualquier tipo de aparatosidad. Su carácter bucólico y emotivo imprime al filme un tono contenido que, al final, resalta aún más su conmovedora historia. Una pieza, sin duda, digna de todo aplauso por su belleza y refinamiento.

